Tras el fallecimiento de su padre, Guillaume y Adèle se siguen viendo a menudo, y tienen una excelente relación. Las cosas en casa de Adèle, así como su relación con su madre, han cambiado.
Harold pone manos a la obra y consigue dar con las pistas necesarias para esclarecer el misterio del apartamento... con un poco de ayuda de la policía.
En este último segmento de "Nuestros bebés han sido intercambiados", ambas familias lidian con la serie de revelaciones traídas por el ADN. Manon se reúne con Létitia, su madre biológica, y termina haciéndose amiga de Émilie.